Guerra de sucesión en España
La guerra de sucesión fue un conflicto que duró 12 años desde 1701
hasta 1713 con el Tratado de Utrech. El testamento de Carlos II no suscitó
en un principio ninguna oposición; todos los soberanos —a excepción del
Emperador— reconocieron al duque de Anjou como rey de España y, en abril de
1701, Felipe V hizo su entrada en Madrid; pero las torpezas de Luis XIV
hicieron cambiar la situación. En febrero de 1701 dio a entender que su nieto
podría, en determinadas circunstancias, conservar sus derechos sobre la corona
de Francia; con ello se retractaba de las garantías dadas de que Francia y
España no se reunirían jamás bajo la autoridad de un único rey. Al mismo
tiempo, actuando en nombre de Felipe V, Luis XIV ocupó los Países Bajos. Estas
declaraciones y estas acciones aparecieron como otras tantas provocaciones.
Inicio de la Guerra de Sucesión
Las Provincias Unidas e
Inglaterra se acercaron entonces al Emperador y se comprometieron a otorgar la
sucesión de España a su segundo hijo, el archiduque Carlos de Austria. En
septiembre de 1701 se formo una coalición que, en junio de 1702, declaró la
guerra a Francia y a España. Portugal se unió a ella en mayo de 1703.
El conflicto dinástico en torno a la sucesión de España desembocó así en una
guerra internacional y, en el interior de la Península, en una guerra civil
entre los partidarios de cada uno de los pretendientes.
En la Península, los aliados comenzaron cosechando éxitos. Los ingleses se apoderaron de Gibraltar (1704) y de Barcelona (1705). Cataluña, Valencia y Aragón se aliaron al archiduque. Se organizó la contraofensiva que permitió a los franco-españoles derrotar a sus adversarios en Almansa, no lejos de Valencia, en abril de 1707. En realidad, la partida se jugó en Flandes y en el Rin. Tras algunos éxitos iniciales, los franceses retrocedieron en todos los frentes. En 1708 perdieron Lille y vieron el territorio de Francia invadido. Luis XIV estaba a punto de abandonar el combate, pero sus adversarios le pusieron condiciones inaceptables: le exigieron que cediera Alsacia, Estrasburgo y Lille, y que el ejército francés expulsara de España a Felipe V.
En la Península, los aliados comenzaron cosechando éxitos. Los ingleses se apoderaron de Gibraltar (1704) y de Barcelona (1705). Cataluña, Valencia y Aragón se aliaron al archiduque. Se organizó la contraofensiva que permitió a los franco-españoles derrotar a sus adversarios en Almansa, no lejos de Valencia, en abril de 1707. En realidad, la partida se jugó en Flandes y en el Rin. Tras algunos éxitos iniciales, los franceses retrocedieron en todos los frentes. En 1708 perdieron Lille y vieron el territorio de Francia invadido. Luis XIV estaba a punto de abandonar el combate, pero sus adversarios le pusieron condiciones inaceptables: le exigieron que cediera Alsacia, Estrasburgo y Lille, y que el ejército francés expulsara de España a Felipe V.
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